De política y otras hierbas silvestres

Un amigo muy querido le ha preguntado a birken que por qué le preocupa tanto la política.
B ha dicho que porque esta vivo, porque es un ser humano, tal vez porque ha vivido en países donde el quehacer político forma parte de la cotidianidad, donde la política se ve con otros ojos a como se ve en la isla. El quehacer político me ha dicho B es una manera interesante de ver la naturaleza humana, de ver sus grandezas y bajezas, de ver desde la estación, qué pasa con la gente.
En fin, cada loco con su tema
Hablando de otra cosa, le he pedido a James una lista de las ciudades que más le han gustado.
Estuvimos discutiendo en nuestro miércoles de ceniza,
(eso porque fumamos mucho ambos)
sobre ciudades cosmopolitas, de cafés agradables, de espacios urbanos donde mirar gente es un deporte interesante.
Nos quedamos también preguntándonos si Santiago se podría considerar como tal, cosmopolita.
Tal vez más a futuro. Le preguntamos a B que servía ron con cola si había cada vez más relaciones interraciales en Santiago, en Chile. Me ha dicho que piensa que en un futuro es posible pues de muchos asiáticos que ya están integrados terminarán también abriendo la puerta protectora de la comunidad para integrarse de otra manera.
Después nos fuimos a caminar por la ciudad un poco.
Terminamos en un bar bastante típico conversando más de nuestra discusión ahumada.
El taxista hablaba sobre la situación política del país, de cómo los tres candidatos le parecían insulsos y que bueno, Chile no está preparado para una presidenta.
Nos miramos los tres y no dijimos nada.
El taxi nos dejó en el lugar y siguió su camino.
Nosotros también. James miraba a las providencianas, B estaba escribiendo en su cabeza y yo, pues nada, pensando en mi próximo viaje a BA a ver las meninas.
Dugueiroz