El viento se lo llevará
Eres tu ipod, la suma de todas las metidas de pata
de los aciertos, del resto
otra vez
otra vez
Clic!
James me ha contado en nuestro segundo o tercer, ya no recuerdo, miércoles de cenizas sin Dugueiroz, que le habría gustado ser jardinero. Le conté que a mí también me habría gustado, quizás por el respeto que uno siente por lo verde, por lo pardo, por la vida en vegetal, por los retoños y lo que, en definitiva crece.
Le conté que a mí también me habría gustado y le confié el secreto que comparto con Toirac en la isla, que no diré acá claro para que PJ no se enoje mucho :)
Le comenté de jardineros increíbles, de hombres sencillos muy granos de tierra
muy savia por dentro, las uñas cortas y sucias, las manos grandes que parecen guantes,
una dignidad que es más grande que la carencia o que la mayor
de las pobrezas.
Sentí que James me miraba con ojos paternales.
Alguien me dijo que le parecía que James era homosexual
pero creo que realmente es un tipo muy sensible y aunque recatado, sé que ha tenido historias por ahí que mienten esa conclusión.
En fin, le pregunté cómo llegó a ser lo que es, economista, blah blah blah y por opción, mayordomo.
Pero esa historia, pequeño Adams, es para otra oportunidad.
James enciende otro cigarrillo y chocamos los vasos llenos de ron sin hielo tal como harían un par de cosacos trasplantados a Caribe y a Escocia...
amén y paz en la tierra a las mujeres y hombres de buena voluntad
clic!
miércoles, agosto 24, 2005
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