sábado, marzo 19, 2005

Historia contemporánea: Explicando el mundo a mi amigo de inteligencia modificada

Ley de opuestos y contrarios. Los dos contrincantes, hay más por supuesto, se sientan a la mesa. A uno le tocan las negras y a otro las blancas.

ABRE DISGRESIÓN
Hace tiempo que replican la partida que dicen las malas lenguas, Lucy Fer y Diosmí O echan; echaban la partida antes de que se inventara el juego. Y como no, si son omnipotentes, es natural que supieran de antemano el juego. Debe ser pesado eso de saberlo todo de antemano. ¿O tal ve no es así? Tal vez ninguno de los dos sabe nada, nada de nada y simplemente juegan. De lo contrario sabrían quien va a ser el ganador. Tal vez, simplemente se comportan como la creación de la fábula o de la fe que son.
CIERRA DISGRESIÓN


Juegan a repartirse el mundo. Se conocen. No hablan el mismo idioma pero hablan el mismo idioma, oh dialéctica de las sociedades humanas. Cada cierto tiempo, cada ciertas partidas, los jugadores se ponen serios y dejan de mirar las piezas y el tablero. Se acercan unos ayudantes y les colocan unas máscaras. Retoman la partida, toman unos cuantos riesgos, mueven unas cuantas piezas y se detienen. Llegan los ayudantes y en fin... Así durante varios años, décadas. Al lado derecho de cada uno, descansa un puñal. La idea es clavarlo en la espalda del otro, pero eso naturalmente nunca es posible, aunque es posible, virtualmente. Finalmente, después de no sé cuándo o cómo, uno de ellos decide retirarse. El otro, sonríe tras la máscara. Ha triunfado la libertad dice. El ganador toma aire e hincha su pecho con orgullo y muchos buenos pensamientos que parecen volar como chispas en la sala iluminada. Desde ahora, dice en voz alta, el mundo no va a ser el mismo. A los escribanos del jugador les encantó esa frase y se preguntaron en coro, cómo era posible que no se les hubiera ocurrido a ellos primero. Desde entonces, ya sin el contrapeso del otro jugador, el ganador aceptó la corona y los laureles que los suyos le trajeron para tal ocasión. El público, sip, hay un público aunque usted no lo crea, miraba todo un poco ajeno, ligeramente embelesado por las palabras bonitas, encandilado por la falta de barba, por el séptico aspecto del de la corona y de todo su séquito. Este es el comienzo, insistió el tipo, ahora ya no habrá más hambre, ni guerras y solamente la paz y las sonrisas de nuestro sueño se extenderá a todos. Algunos de los del público aplaudieron, pero pensaron también que la cosa no era con ellos y que bueno, ya aparecería otro jugador. A nadie le gustan los fanfarrones y el de la corona tenía todas las características de serlo. El mundo será ahora el mundo del ratón Miguel ya que hemos quitado el cascabel al gato. Todo será bonito y bonito y más bonito. Limpio también. Todo será en blanco y negro. O blanco o negro. Somos el nuevo pueblo elegido para dar el ejemplo. Escribiremos la historia y la realidad

ABRE DISGRESIÓN
En este momento los jugadores originales pusieron atención al de la corona y vieron reflejada su partida y su razón de ser en él. Se preguntaron qué más apuestas harían. Hecha la de Job, la de Israel, la del Cristo. Me puedes explicar otra vez lo de la paloma dijo Lucy..
CIERRA DISGRESIÓN


Desde entonces se ha puesto de moda la esperanza bienintencionada y la pachotez, y no la inteligencia. No hay quien venga a jugar con el de la corona. Todavía. Pero ya llega. El público, que se ha retirado en parte, no siente mucha admiración por el tipo este. Pero eso no los tiene a salvo. No te me aburras con la historia amigo de inteligencia modificada.

(James dice, muchas palabras para decir que Bush es un imbécil)
Aldo Iván Rodríguez © 2005 Todos los derechos reservados.

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